BIENVENIDO al RINCON de PENSAR

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.

Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.

Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.

Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.

¡Seas muy bienvenido!

¡ACÉRCATE, que cabemos todos!


sábado, 22 de mayo de 2010

día tras día tras día tras día tras...A LIFETIME.

el valor de un día para quien no cree en reencarnaciones es -o debería ser, por aquello de ser consecuente- incalculable.

la repercusión de una canción - que todos saben y tú descubres tarde- es prodigioso, y más si tus oídos no se hastían de escucharla mil y una vez.

el potencial de una máquina grabadora de imágenes -sobre todo si te pertenece y puedes usarla en maneras y lugares en suma heterodoxos- es inconmensurable.

por lo que, fusionar los tres y sumarle una leída asidua de Salomón, dan como resultado jueves como éste... uno de toda la vida...pero que quedó, sin pretenderlo, grabado en la historia...en mi historia.

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lunes, 17 de mayo de 2010

Pescador@

Pensar, en ocasiones, me agota…recordar, sin embargo me reanima, y no solamente en ocasiones. Así que hoy, cuando me sobrevino el recuerdo de una escena que sin venir al caso, vino, no puedo más que asentir con la cabeza y el corazón, al pensar que todavía tiene razón mi hermana Ana Patricia…cuando ese día que hoy recordé me regaló ésta canción que me trae a memoria quién soy yo, cosa que no quiero olvidar nunca.

viernes, 14 de mayo de 2010

Extraño

Si algo tengo seguro -entre todas las inseguridades que implican vivir en una tierra con fecha de caducidad- es que siempre, donde quiera que esté, llevaré conmigo ese....no sé si llamarlo "estado”, “sensación”  ...  de echar de menos a alguien.

Ese es el envés de ser trotamundos. Invariablemente, en cualquier lugar que esté, con quien quiera que me encuentre, me es garantizado que alguna persona, situación, lugar, olor, sabor, sensación “me haga falta” (nunca mejor dicho). Es una sentencia perpetua, y eso también lo sé. 


Extrañar, será (y es) pues, parte de mi vida...de por vida.

sábado, 8 de mayo de 2010

Verdad II: mi amigo el escritor

La cuestión no es entonces si hay verdad (que con mi vecina me quedó clarísimo), sino, como bien me preguntó ayer un jovencísmo escritor, amigo mío: 
¿A quién le importa la verdad..?”

Claro que a ésta interrogante le siguieron una serie de cuestionamientos profundos y trascendentales por parte suya, a los que antes de zambullirme a encontrar respuestas que posiblemente no alcance, tomé  tal cual y me pregunté a mi misma:

¿Que a quién le importa la verdad?

Quizá al enfermo que va al médico buscando un medicamento de VERDAD cure su mal (no que el médico se imagine que podría hacerlo).

Quizá al novio que espera que su pareja le diga la VERDAD de dónde anduvo la noche anterior.

Quizá cuando voy a un banco quiero la VERDAD acerca del cobro de comisiones a mi cuenta.


Quizá el comprador de cualquier artículo quiera saber la VERDAD de las propiedades del mismo antes de obtenerlo, y no tan sólo opiniones acerca del mismo.

Así que, parecería que la respuesta a la pregunta ¿a quién le importa la verdad ?  no es tan difícil después de todo,  ya que todos la demandamos constantemente en las distintas esferas de nuestra vida, ya sea en nuestras relaciones, en nuestra economía, en nuestro trabajo.

 Y sin embargo (y ahora quien se pregunta soy yo) parecería que la verdad deja de importar cuando entramos en términos de vida o muerte. ¡Qué paradoja!  ¿Me importa que el mecánico me ponga la verdadera pieza que necesite mi vehículo, pero en cuanto a mi vida y destino "la verdad no importa tanto" ?

 Pero no soy ni por asomo la primera a quien una pregunta tan obvia le surgió. (san) Agustín, muchos años antes de mi y de mi vecina y de mi amigo el escritor, se atrevió a decir que:  Amamos la verdad cuando esta nos ilumina, pero la odiamos cuando, en cualquier manera, nos condena. 


Y es que, reconocer una verdad en términos morales puede llevarnos demasiado lejos. Talvés por ello, es aquí cuando la "lógica" de que la verdad no me importe,  (impensable en cualquier otro ámbito de mi vida) funcione, o parezca hacerlo, tan bien.

Sólo que el sol sigue teniendo el mismo tamaño, por más que mi dedo intente decirme algo diferente.









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Piltato preguntó: ¿Qué es la verdad? ....y salió sin escuchar respuesta.
(de: Juan 18:38-39)

Verdad I: mi vecina Manola

Por alguna razón que todavía no figuro, mi vecina Manola creyó que me había trasladado de casa. Alguien le preguntó acerca de mi paradero y ella, con total seguridad, respondió que yo ya no estaba. Llegó a mis oídos y antes de tocarle la puerta o pedir explicaciones de porque mintió acerca de mi, me paré y reflexioné:

¿Había mentido mi vecina? Ella realmente creía que yo no estaba...así que, francamente, no podría decir que pronunció mentira.  Su creencia acerca de mi ausencia era sincera, aunque lo que dijo no correspondía a la verdad, dado que yo no me había mudado, como ella sinceramente afirmaba y realmente creía. 

Este accidente simple me llevó a una verdad acerca de la verdad. No importa que tan sinceramente se crea algo, el sólo hecho de creerlo no lo hace cierto en sí mismo. ¡La verdad  tiene vida propia, existe, independiente de mi conocimiento acerca de ella!


 De mi vecina Manola paso a Colón, quien (con todo el respeto que merece un difunto) considero el despistado más famoso de la historia de la humanidad. El sinceramente creía que había llegado a las Indias (si no, no se hubiese jugado la vida tomando ese camino) y sin embargo, su creencia sincera no hizo que el lugar al que había llegado hubiese sido efectivamente las Indias. Así que, su creencia era sincera...sinceramente equivocada.

Estoy siendo políticamente incorrecta, lo sé. Hablar de verdad es arriesgado, al menos en el ambiente en el que estoy sumergida. Pero no es mi culpa, sino la de Manola, la vecina .Fue ella quien me provocó a concluir que tener creencias contrarias es posible pero que verdades contrarias no tiene sentido alguno ya que la verdad es por lo visto excluyente. O me mudé o no me mudé, (independientemente de lo que mi vecina piense o crea), pero ambas cosas no son posibles.

   
¡Menos mal que los efectos de que yo viva aquí o allí no suponen gran cosa para nadie!

Habrá que ver cuando el mismo principio se aplica a otras verdades.






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Pilato preguntó: ¿Qué es la verdad? ....y salió sin escuchar respuesta.            (de: Juan 18:38-39)

martes, 4 de mayo de 2010

tarde de domingo

Entré y seguía idéntica…los mismos bancos, perfectamente alineados; las mismas cabezas de espalda, cuyos contornos ya me he aprendido, cuyos peinados conozco tan bien, ubicadas en las mismas esquinas que sin querer he memorizado.

El púlpito de madera. El niño que deja caer un juguete. Un susurro retumba la estancia.

Un hombre joven (siempre hombre, siempre joven) en la puerta, en su silla, abre y cierra la entrada… evitar cualquier asomo de ruido. Que no haya un sobresalto..ni siquiera el de las visagras que se atrevan a sonar y a romper el silencio.

Pero el silencio se ha roto hace ya mucho tiempo.

Una canción. Palabras. Otra canción, que si hay suerte, se entona en pie. Palabras acompañadas de continuas miradas a un reloj de pared que parece implacable. Que no se exceda un minuto…no se hace esperar al Javi.

Me siento en el banco, mi cabeza, de espalda, con el mismo contorno que ya se han aprendido y cuyo peinado (o la ausencia de éste) se saben tan bien. Leo las mismas palabras. "Reconciliaos con Dios". Sonrío. Tantas veces las he leído…las leo, hasta cuando no quiero hacerlo. He hecho tanto con cada letra. He inventado juegos de palabras interminables que se suceden una a la otra. Pero sigue ahí. La misma frase, inamovible.

La columna derecha. Una luz tenue. Un montón de sillas, en las que nadie se sienta, y una cabeza distinta que se asoma desde el púlpito. Habla. Lee. Lee lo que habla, o viceversa.

Continúo absorta en pensamientos erráticos... me interrumpe un árbol. Es un sicómoro (¿un qué?). Que ya esa historia me la sé. Pero no sé. Despierto. ¿Es ésto un árbol? El enano, que aquí bautizan con una Z que de tan pronunciada se me antoja graciosa y que me da pena…porque ser enano y llamarse Zaqueo, con esa Z de lengua afuera, debe sentar como un rayo a cualquiera. Pobre rico.

Y sigo arriba. Hay mucho follaje y me creo esconder. Él llama.

Entonces, ya no hay bancos alineados…no hay reloj implacable…no hay niño ni juguete. Estoy sola. Me llama. Como respuesta, deseo lanzarme. No cociné, pero vente a cenar..mi casa está ahí, la dejé de par en par…mi despensa vacía pero tú ya sabes, que si panes ó si peces...que si hay cena es un milagro.

"Es todo por hoy, hasta la próxima vez. No olviden la próxima reunión el día…." me interrumpe de súbito una voz... como si nada hubiese pasado. Como si nadie hubiese llamado.

Un sobresalto. ¡¿Qué? En mi cabeza sigue el árbol, la cena, que si me lanzo…y la llamada.

Doy tumbos, creo saludar... y despierto con el aire que me golpea....en la terraza del Javi el tiempo transcurre lento y a cuentagotas.



lunes, 3 de mayo de 2010

CONOCERLE

Presuntuosa de mi por querer conocerte. Ingenua al pretender que puedo ver más de lo que he visto y por conservarme a la espera de lo que veré. Soberbia, sí, digo soberbia de mi, al anidar ese deseo que tilda a pasión por ver más, estar más, y acercarme más..con zapatos puestos.

Moisés te vio, ardiendo en seco, y quedó descalzo a fuerza de mandato...Josué desnudó los pies ante la espada desenvainada, en respuesta inmediata....y yo... espero, sobrevivo sabiéndome -o creyéndome- en víspera de escuchar que me despoje los pies, que me sacuda las sandalias, que me arranque lo que cubre mis pies cansados..sobrevivo esperando un “Samuel, Samuel...” que probablemente ya esté viviendo.






De vuelta....

Paré, no porque el pensamiento escaseara, no porque dejaran de correr mis dedos en busca de pincel , no porque las palabras dejaran, 
como si por arte de magia, de traducir quien soy. Porque en lugar de magia creo en arte... y es que de ahí vengo, de arte, de un acto creativo en la profundidad de un vientre; no de un sombrero o de un conejo, que alguno llamó mono, pero que no viene al caso. Al menos, no a mi caso. Tampoco me faltó papel.

Paré por una breve opinión (que si mia o ajena ya no recuerdo), que ha revoloteado mi cabeza durante meses y para la cual ya tengo mi propia réplica. Si, soy subjetiva. Lo soy justamente porque hasta hoy, como producto creativo fui hecha sujeto...y en tanto que sea sujeto seguiré, por necesidad y coherencia, siendo subjetiva...escribiendo en subjetivo.

Sólo si fuese objeto estaría capacitada para ser objetiva...para escribir objetivamente. Como si eso existiera.

los que se arrinconan...