
Así que, no es rareza escuchar charlas acaloradas (los dominicanos son casi siempre "acalorados") de la situación con la crisis ("situación" ahora...estado normal para el dominicano de a pie), la gripe porcina de Uribe, el precio del dólar, o la huelga con los médicos, aunque no estés enfermo ni ninguno de tus remotamente conocidos sea parte del gremio.
El punto es enterarse y enterar. Se opina con vehemencia y con conocimiento de causa. Aquí sobran las explicaciones del derecho a la libre opinión. Y yo, desde hace tantas semanas como las que llevo aquí, me descubro cada mañana dándome mi obligada dosis, con una segunda toma al finalizar la tarde, cuando mi abuela lee en voz alta la versión vespertina, nuestra favorita.
La cuestión es que aquí, cualquier tema, no vale. Eso, curiosamente, lo había olvidado y francamente, me va gustando.
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*"Pajarita" es una palabra robada de donde vivo. No es más que una corbatita de lazo.