"La vida-me dijo en tono bajo, y ademanes elocuentísimos- es un resorte...marcados caminos de ascenso seguidos por periodos en los que te descubres descendiendo por recorridos que se te antojan ya conocidos . Una vez. Y otra vez. Y otra vez.
"Y sin embargo... -se enderezó, me miró...y yo comencé a entender-"... cada giro, no es, aunque lo parezca, un movimiento repetido; es más bien,un avance, que sin duda alguna, conduce al extremo de un resorte que definitivamente tiene fin ..."
Dicho ésto, Edith Vilamajo, retomó su sonrisilla y me dejó en el sillón, exenta de palabras.
Y hay quién se atreve a preguntar porqué no le perdí sombra durante sus contados días por aquí.
¡Que pena que las estrellas más refulgentes suelan ser también las más fugaces!
creo que es la misma Edith que hemos tenido de visita en Argentina este pasado Agosto...ese resorte de giros también jugó en sus manos y dejó pensando...pensando.
ResponderEliminarDejo abrazos
Jake
Si, la mismísima.
ResponderEliminarAbrazos recibidos.
Lau