...y no puedo evitar que ahora, mientras escribo, mi pregunta sea irremediablemente distinta.

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.
Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.
Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.
Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.
¡Seas muy bienvenido!
¡ACÉRCATE, que cabemos todos!
Ay Laurita, eso me acordo una vez antes de casarme que vine por un fin de semanas largo a visitar a Tim a Haiti y viniendo de la playa nos agarro tremendo aguacero con rayos y demas, solo pude clamarle a uno solo: MI DIOS,la verdad es el unico fiel y verdadero. Han habido tantas tormentas en mi vida,pero que maravilla poder apoyarme en El y salir victoriosa. Es una bendicion este blog, siga El haciendo su obra a traves de ti, un abrazo,Paola Diaz-DeYoung
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