BIENVENIDO al RINCON de PENSAR

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.

Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.

Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.

Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.

¡Seas muy bienvenido!

¡ACÉRCATE, que cabemos todos!


domingo, 25 de noviembre de 2007

DÉJAME ESTAR TRISTE...





...sin que me sienta culpable. Sin que me desapruebes con la mirada. Sin que me recuerdes que ya tengo Respuesta.



Déjame estar triste, solo porque sí, porque pasa que también yo vivo bajo un sol cuya novedad brilla por su ausencia. 



Déjame, te imploro, estar triste por lo que veo venir y emprender de nuevo el recorrido de "un día a la vez", si es que esta vez lo logro sin desfallecer en el intento.


Y es que hoy me sé y me admito ser vaso muchísimo más frágil.



Así que, al menos hoy,  me seré indulgente, y no levantaré objeción contra la tristeza. 

¿Me dejas?


-----------------------------------------

Salmo 76:2

2 comentarios:

  1. No hay mucho que decir despues de leer Dejame Estar Triste. Solo que te quiero mucho...
MANITA
    28 de noviembre de 2007 18:12

    ResponderEliminar
  2. ...Este es un vals privado que acompaño de violines para que sólo tú lo recuerdes:


    Tú,que quieres vivir con los huesos completos.

    Tú, que has ido quitando telarañas de la casa paterna.
Tú, que sorbes poesía como medicamento del alma.
Tú, que tienes voluntad de seda y de acero.

    Tú, que deseas oír el zumbido de las cometas.

    Tú, que sabes de alegrías y lamentaciones. 

    Tú, que aspiras abrazar todo aquello que emana del amor. 



    (tomado de: A.Alencart)

    ResponderEliminar

los que se arrinconan...