BIENVENIDO al RINCON de PENSAR

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.

Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.

Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.

Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.

¡Seas muy bienvenido!

¡ACÉRCATE, que cabemos todos!


sábado, 8 de mayo de 2010

Verdad II: mi amigo el escritor

La cuestión no es entonces si hay verdad (que con mi vecina me quedó clarísimo), sino, como bien me preguntó ayer un jovencísmo escritor, amigo mío: 
¿A quién le importa la verdad..?”

Claro que a ésta interrogante le siguieron una serie de cuestionamientos profundos y trascendentales por parte suya, a los que antes de zambullirme a encontrar respuestas que posiblemente no alcance, tomé  tal cual y me pregunté a mi misma:

¿Que a quién le importa la verdad?

Quizá al enfermo que va al médico buscando un medicamento de VERDAD cure su mal (no que el médico se imagine que podría hacerlo).

Quizá al novio que espera que su pareja le diga la VERDAD de dónde anduvo la noche anterior.

Quizá cuando voy a un banco quiero la VERDAD acerca del cobro de comisiones a mi cuenta.


Quizá el comprador de cualquier artículo quiera saber la VERDAD de las propiedades del mismo antes de obtenerlo, y no tan sólo opiniones acerca del mismo.

Así que, parecería que la respuesta a la pregunta ¿a quién le importa la verdad ?  no es tan difícil después de todo,  ya que todos la demandamos constantemente en las distintas esferas de nuestra vida, ya sea en nuestras relaciones, en nuestra economía, en nuestro trabajo.

 Y sin embargo (y ahora quien se pregunta soy yo) parecería que la verdad deja de importar cuando entramos en términos de vida o muerte. ¡Qué paradoja!  ¿Me importa que el mecánico me ponga la verdadera pieza que necesite mi vehículo, pero en cuanto a mi vida y destino "la verdad no importa tanto" ?

 Pero no soy ni por asomo la primera a quien una pregunta tan obvia le surgió. (san) Agustín, muchos años antes de mi y de mi vecina y de mi amigo el escritor, se atrevió a decir que:  Amamos la verdad cuando esta nos ilumina, pero la odiamos cuando, en cualquier manera, nos condena. 


Y es que, reconocer una verdad en términos morales puede llevarnos demasiado lejos. Talvés por ello, es aquí cuando la "lógica" de que la verdad no me importe,  (impensable en cualquier otro ámbito de mi vida) funcione, o parezca hacerlo, tan bien.

Sólo que el sol sigue teniendo el mismo tamaño, por más que mi dedo intente decirme algo diferente.









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Piltato preguntó: ¿Qué es la verdad? ....y salió sin escuchar respuesta.
(de: Juan 18:38-39)

3 comentarios:

  1. Supongo que la verdad es como todo, que de no oírla te olvidas de lo importante que era. Quizá no la oigas, quizá las dudas no te dejen oírla.
    O a lo mejor lo que pasa es que buscarla es tan cansado que es mejor y más fácil seguir sin conocerla. No necesariamente vivir la mentira, sino vivir de espaldas a todo eso, como si realmente no importara. Y si de verdad se vive agusto... ¿a quien le importa?

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  2. ¿De verdad se vive a gusto sin la Verdad?

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  3. Dudas, olvidos, sordera casi voluntaria, cansado, de espalda, pretendiendo que no existe lo que en el fondo sabes que si (aunque hasta de esto aparezcan dudas ..y luego dudes hasta de tus mismas dudas)… si, incluso así se puede estar a gusto.

    Solo que el GUSTO está también lleno de dudas, olvidos, sordera casi voluntaria, es un gusto cansado, de espalda, pretendiendo que lo tenemos aunque en el fondo sepamos que no hay tal (muy a pesar de nuestras dudas…)….

    ¿A quién le importa?….. excepto de ti mismo, no puedo pensar a quién más…o tal vez si.

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los que se arrinconan...