Hoy le doy la razón al que me dijo por última vez que "No podía entender como yo, habiendo visto tanto, continuase siendo una ingenua irremediable".
martes, 28 de agosto de 2007
Pequeñas cosas
Hoy le doy la razón al que me dijo por última vez que "No podía entender como yo, habiendo visto tanto, continuase siendo una ingenua irremediable".
Supongo que no puedo evitarlo. Es imposible no quedarme boquiabierta ante las pequeñas cosas que pasan por delante de mis ojos. Es impensable no maravillarme con personas, lugares y situaciones que me confirman que hay Una Mano detrás de todo.
Fue irremediable no emocionarme al punto de tener que secarme los ojos, esta mañana tan cargada de "nostalgia por los míos", al recibir esta nota que copio tal y como se me entregó:
"Hola laura, ¡cuánto tiempo que no hablamos en persona! ¡Cuánto tiempo que no nos reímos cuando hablábamos de cosas que nos pasaban y de cosas que le pasaban a los demás! Dime,
¿cuándo podemos volver a recordar y hacer un "replay" a esas cosas tan bonitas que compartimos juntos y vivimos? Laura, te quiero un montón, eres mi prima favorita de todas, aunque ya no hablamos con tanta frecuencia y hacemos lo que hacíamos antes. Mil besos y suerte Lauri,
De tu primo Alexis manuel."
Y es que si no son estas cosas las que merecen mis emociones más profundas, entonces mi “ingenuidad” radica en no haber aprendido todavía de qué va la vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario