BIENVENIDO al RINCON de PENSAR

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.

Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.

Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.

Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.

¡Seas muy bienvenido!

¡ACÉRCATE, que cabemos todos!


martes, 28 de agosto de 2007

Pequeñas cosas


Hoy le doy la razón al que me dijo por última vez que "No podía entender como yo, habiendo visto tanto, continuase siendo una ingenua irremediable". 



Supongo que no puedo evitarlo. Es imposible no quedarme boquiabierta ante las pequeñas cosas que pasan por delante de mis ojos. Es impensable no maravillarme con personas, lugares y situaciones que me confirman que hay Una Mano detrás de todo.



Fue irremediable no emocionarme al punto de tener que secarme los ojos, esta mañana tan cargada de "nostalgia por los míos", al recibir esta nota que copio tal y como se me entregó: 



"Hola laura, ¡cuánto tiempo que no hablamos en persona! ¡Cuánto tiempo que no nos reímos cuando hablábamos de cosas que nos pasaban y de cosas que le pasaban a los demás! Dime,
¿cuándo podemos volver a recordar y hacer un "replay" a esas cosas tan bonitas que compartimos juntos y vivimos? Laura, te quiero un montón, eres mi prima favorita de todas, aunque ya no hablamos con tanta frecuencia y hacemos lo que hacíamos antes. Mil besos y suerte Lauri, 

De tu primo Alexis manuel."


Y es que si no son estas cosas las que merecen mis emociones más profundas, entonces mi “ingenuidad” radica en no haber aprendido todavía de qué va la vida. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

los que se arrinconan...