martes, 19 de febrero de 2008
Da zaftra*, FIDEL !
Se va Fidel... y con él, buena parte de los años en que usaba frenillos y me embotellaba* el teorema de Pitágoras .
Que no cunda el pánico. No haré una exposición de mis posiciones políticas.
Son los recuerdos de las tertulias después de cena - en donde su nombre fue más de una vez protagonista - por quien bajo el sombrero, y me pongo de luto.
No llego a la tercera década, pero esta “renuncia” provoca que de repente, sienta toda la historia, incluso la propia, sobrepasar demasiado rápido sobre mi cabeza.
Se va Fidel. A los 81, dice él, “para no traicionar su conciencia”.
Ya he dicho que se va. Y me arriesgo a alentar la inmortalidad de los ideales y a respaldar la lucha contra y sobre potencias mundiales, sin que ello implique, bajo ningún pretexto, el supeditarse a enseñanzas maquiavélicas, que como hemos comprobado tras medio siglo de historia, ni siquiera el más elevado de los fines, estimado comandante, logra justificar.
---------------------------------------------------------
*Då zaftra = "adiós" en ruso
*embotellarse es el término dominicano para “aprender de memorieta"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Se va! ¿No dices un "Por fin"? No puedo admirar las utopías que destruyen más de lo que arreglan.
ResponderEliminarLo que más me gusta de la ¿revolución? cubana es el ingenioso comentario que dicen completaba en una calle de La Habana el famoso lema castrista: "Revolución o muerte... valga la redundancia"
La única revolución justa está aún por hacer su segundo advenimiento.
Querido "anónimo",
ResponderEliminarMe uno a tu "por fin"... solo que el mío se limita, como dije, a los medios, a cada uno de ellos... "redundantes," como bien dice el cartel por el que habrán pasado tantas veces mis admirados amigos y hermanos en la común fe, de la isla vecina.
Y sí. Espero con impaciencia la revolución justa e inminente y la que en REALIDAD ME ATAÑE.
A ver si finalmente consigo vivir y esperar de la vida ni menos ni tampoco más de lo que corresponde a un peregrino, como lo que profeso ser.