BIENVENIDO al RINCON de PENSAR

Recuerdo al “Círculo Infantil”, mi primer colegio/guardería, como un lugar excepcional. Debió de haberlo sido, para que todavía hoy lo recuerde. Un montón de niños uniformados a cuadros y una maestra a la que llamábamos “tía”, nos sentábamos sobre una alfombra en un aula en la que cada esquina suponía un rincón especial.

Uno de ellos, sin ningún otro ornamento más que una diminuta silla de madera y un letrerito encima conformaba nuestro: RINCÓN DE PENSAR.

Allí me sentaron más de una vez, cuando rondaba los 4 años de edad, con el único objetivo de pararme y pensar. Supongo que esos habrán sido mis primeros encuentros con los pensamientos que más tarde me empeñé en transformar en palabras.

Son esas palabras, las del día a día, y las ahorradas durante años, las que pretendo plasmar en este, mi recién adquirido RINCÓN.

¡Seas muy bienvenido!

¡ACÉRCATE, que cabemos todos!


jueves, 7 de febrero de 2008

A primera vista


Era mi tercer y último paciente y cerca de mi quinta hora en el hospital. Ya comenzaba a ver el reloj y a mirar por la ventana del consultorio los últimos rayos de sol.

Se entreabrió la puerta y logré divisar un bastón...una pierna... y finalmente, todo él. Fue complicidad instantánea. Sin poder ni querer evitar la sonrisa me quedé, sin decir palabra, observándole... ni un solo pelo en toda la redondez de su anciana cabeza, con unos cuantos kilos de sobra y en su mirada, una picardía que no estaba dispuesto a esconder.

Como adivinando mis pensamientos y entre sonrisas, balbuceó unas palabras que no logré entender pero suficiente coherentes como para que se sentara y comenzáramos "la consulta".

-"A ver, don Gabriel, ponga las manos al frente...¿se nota usted algún temblor? ¿Ha notado algún cambio en su conducta a partir del "ictus" que ha tenido? Enséñeme la medicación..."

-"Tranquila, tranquila...deja que te diga algunas cosas primero, niña..."(¿le puedo llamar niña, no? )-me dijo sin poner el mínimo apuro.

Decidí no cortarle. Sus historias, lo reconozco, comenzaban a derretirme. Con la barbilla entre mis manos no le quité ojo ni oído de encima. En ocasiones me provocaba saltar sobre el escritorio, soltar la bata, e irnos a tomar un chocolate. Le contaría toda mi vida y le relataría, uno por uno, todos mis embrollos internos.

En lugar de ello, y por fuerza del "super yo" que heredo de mi ex-amigo Freud, me quedé allí, descifrando su nivel de atención, calidad de memoria semántica, y un montón de cosas, que siendo quien le veía ser, para mi, no venían al caso en lo absoluto.

Hora y media más tarde habíamos terminado. Me levanté a despedirle y agarrándole el antrebrazo lo dirigí hasta la puerta. Una penita en forma de comprensión me embargó el pecho, pero no me resultó extraña.

Levantando la mirada, entre bastón y brazo, me regaló una última sonrisa, amplia y espléndida, enseñándome los dos o tres dientes de los que todavía hacía alarde.

Dando palmadas sobre su espalda, me descubrí alzando la voz (asegurándome así de que la sordera no le impidiera escuchar, al menos estas últimas palabras) diciendo: "¡Me ha hecho usted pasar una tarde muy dulce, don Gabriel!" "¡Prométame que va a cuidarse mucho!"

Y así, con éstas palabras todavía haciendo eco en el pasillo del hospital, lo observé marchar mientras repetía "Próxima vista en cielo, don Gabriel, próxima vista en el cielo".


4 comentarios:

  1. hermoso! don Gabriel es mi hermoso don Miguel, el abuelito del vecindario "Bella Vista". Cada vez que pienso en el nombre del vecindario, se me retuerce el cariño por la hermosa visión de ver a don Miguel pasar, con dignidad de caballero.

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  2. Que dice papi...
    http://www.elnacional.com.do/article.aspx?id=38983

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  3. DON RADA

    ME GUSTO MUCHO EL ARTICULO INVITADO DE SU HIJA, PUES DENOTA ALGO QUE SE ESTA PERDIENDO, EL CARIÑO Y EL TIEMPO QUE REQUIEREN LOS PACIENTES, SOBRE TODO LOS VIEJOS, CUANDO SON ESCUCHADOS POR EL PROFESIONAL DE LA CONDUCTA.

    CUANDO ELLA VENGA PONGAME EN CONTACTO PARA QUE INTERCAMBIE CON LA GENTE QUE ESTA EN ESE CAMPO, DEFICITARIO POR CIERTO, EN NUESTRO MEDIO Y PUEDA ELLA, TOMAR EL PULSO DE LO QUE DEBE TRAER COMO HERRAMIENTO, EN CASO DE QUE PIENSE RADICARSE AQUI

    AFECTOS

    CESAR MELLA

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  4. que hermoso es sentarse a platicar y disfrutar de un momento tan pasifico con alguien tan precioso... lo ansianos que tantas cosas tienen que contarnos y aconsejarnos pero que dificil es escucharlos, los instantes que pasan de la vida son tan rapidos no cabe duda, por eso hay que deternos y difrutar...
    saludos desde mexico

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los que se arrinconan...