Moisés te vio, ardiendo en seco, y quedó descalzo a fuerza de mandato...Josué desnudó los pies ante la espada desenvainada, en respuesta inmediata....y yo... espero, sobrevivo sabiéndome -o creyéndome- en víspera de escuchar que me despoje los pies, que me sacuda las sandalias, que me arranque lo que cubre mis pies cansados..sobrevivo esperando un “Samuel, Samuel...” que probablemente ya esté viviendo.
lunes, 3 de mayo de 2010
CONOCERLE
Presuntuosa de mi por querer conocerte. Ingenua al pretender que puedo ver más de lo que he visto y por conservarme a la espera de lo que veré. Soberbia, sí, digo soberbia de mi, al anidar ese deseo que tilda a pasión por ver más, estar más, y acercarme más..con zapatos puestos.
Moisés te vio, ardiendo en seco, y quedó descalzo a fuerza de mandato...Josué desnudó los pies ante la espada desenvainada, en respuesta inmediata....y yo... espero, sobrevivo sabiéndome -o creyéndome- en víspera de escuchar que me despoje los pies, que me sacuda las sandalias, que me arranque lo que cubre mis pies cansados..sobrevivo esperando un “Samuel, Samuel...” que probablemente ya esté viviendo.
Moisés te vio, ardiendo en seco, y quedó descalzo a fuerza de mandato...Josué desnudó los pies ante la espada desenvainada, en respuesta inmediata....y yo... espero, sobrevivo sabiéndome -o creyéndome- en víspera de escuchar que me despoje los pies, que me sacuda las sandalias, que me arranque lo que cubre mis pies cansados..sobrevivo esperando un “Samuel, Samuel...” que probablemente ya esté viviendo.
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Ah, refrescante. Gracias. Ya te echaba de menos por estos lares. un abrazo.
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